En la mitología cántabra los TRENTIS son duendes traviesos de los bosques. Van vestidos con hojas, musgo y raíces. Se ocultan entre los bardales para poder tirar de las sayas y pellizcar las pantorrillas a las muchachas, para después escapar corriendo entre los zarzales. Aunque son bromistas también pueden ayudar al hombre sin que estos lo sepan, sintiendo especial predilección por lo niños.